Columna de opinión. Por: Héctor Peñaloza.
Este maravilloso manjar campesino es auténticamente soachuno. Nace de las manos mágicas de mujeres que, ensayando la calidad de la almojábana, le agregaron otra capa y, una vez salida del horno, terminó siendo la identidad de un municipio hacia el país.
La economía del municipio de Soacha, en un principio, fue impulsada por la mujer trabajadora, quienes se atrevieron a hornear almojábanas y sacarlas a vender en un canasto. Fue tal el éxito, que se volvió toda una tradición en paraderos de La Tequendama, Velosiba, la Autopista Sur y, cómo olvidar, frente a la estación del tren, donde turistas llevaron a Soacha en su corazón por sus exquisitas almojábanas. No hubo un político de antaño que no probara estas delicias. Fueron tan sagradas que aún se llaman “las milagrosas”: un favor se paga con almojábanas especiales, esas que tienen más cuajada y llevan bocadillo.
De la almojábana nace la garulla. En todas las fábricas se utilizan los mismos ingredientes, pero la técnica es el secreto que las diferencia. Se preparan como para los hijos: con mucho amor. Por ello, cada garulla lleva en sus compuestos el cariño de las soachunas que las hacen inolvidables. La producción de la garulla es más fina; inicialmente lleva los mismos productos y cantidades que la almojábana, pero se le agrega una capa por encima que la deja crujiente en los paladares de los comensales.
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PARA NO OLVIDAR
Compartimos con ustedes los ingredientes de las garullas soachunas. El secreto de cariño lo coloca cada quien. Así pues, queremos que practique, hornee las mejores y nos invite a su casa para compartir una deliciosa garulla con una rica taza de chocolate.
Ingredientes:
Cuajada
Harina de maíz porva
Huevos
Sal
Harina
Manteca de cerdo
Mantequilla
Preparación:
Los ingredientes son “a ojo”. La cuajada, después de exprimida, se revuelve con la harina, los huevos y la sal; ese revuelto se llama moje. Debe darle muchas vueltas a los ingredientes para que la textura quede pareja. Posteriormente, hacen bolitas del mismo tamaño y se colocan sobre una lata. Se deja reposar un tiempo y luego se prepara la famosa “tapa”, que es otra capa hecha con harina, mantequilla, manteca de cerdo y el toque secreto. Una vez esté la segunda masa, se recubre el popular moje, quedando cubierta la pieza que, al ser enviada al horno, revienta, quedando después de 50 minutos la popular garulla.
Esperamos que compre los ingredientes y empecemos la tarea de reivindicar los productos de nuestra tierra adorada. Recordemos que Soacha nos necesita; el primer paso para hacer grande nuestro municipio es la identidad.
SOACHA ESTÁ EN MI CORAZÓN.






