Pensar el territorio, transformar la historia: Fals Borda y Suacha caminan juntos.

Por: Julio Guasca.

El pasado sábado 12 de julio se cumplieron 100 años del natalicio de Orlando Fals Borda, sin duda alguna el pensador colombiano más influyente en el campo de las Ciencias Sociales en el país, y uno de los más destacados en América Latina. Su legado es prolífico porque generó todo tipo de reflexiones que ahondaron en diversos campos del conocimiento, que van desde la sociología, en la cual incursionó y se dio a conocer, hasta el epistemológico con relación a las formas de producción del conocimiento, fundamentalmente porque le confirió un enfoque diferente a la Investigación Acción al buscar que los investigadores verdaderamente adquirieran un compromiso en la transformación de las realidades que estudiaban, alejándose de la clásica visión instrumental en la que el investigador actuaba como mero observador, extrayendo datos de las comunidades para posteriormente arrojar análisis. En ese sentido, la investigación desde el modo de ver de Orlando Fals Borda se constituía en un proceso emancipatorio, con todo el profundo sentido ético-político, de ahí que al binomio Investigación Acción se le agregara el adjetivo de Participativa, o la I.A.P como se le conoce popularmente en el ámbito académico.

Es así que, el pensamiento y la obra de Fals Borda han logrado ser un eje de soporte para diversas reflexiones y para cientos o miles de investigadores que a lo largo y ancho del continente se han visto influenciados por su horizonte de conocimiento. Fals Borda entregó su vida a inmensas labores; desde fundar la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional en 1959, ser el arquitecto de un modelo de investigación social, ayudar a construir el componente del Ordenamiento Territorial en la Constitución de 1991, hasta escribir obras que son fuente de obligatoria consulta para quienes son estudiosos de la historia de distintas regiones del país. Aquí se mencionan dos textos a modo de ejemplo para ilustrar esto último: Historia doble de la Costa y el Hombre y la tierra en Boyacá. Más allá de toda la inconmensurable labor de este pensador colombiano, lo que habría que reivindicar es su perspectiva de compromiso con la transformación del país. Fals Borda, fue alguien que verdaderamente entendió el profundo significado de la palabra compromiso, es decir, la obligación que como ciudadanos, políticos o científicos sociales que se posicionan desde una postura crítica deben tener con la transformación de las asimétricas o injustas realidades del país.

Fals Borda también desarrolló en gran medida parte de sus ideas desde una postura decolonial, criticando de forma bien argumentada la hegemonía impuesta desde el norte global, el cual de distintas maneras todavía ejerce un proceso de colonialismo de modos mucho más sofisticados, esencialmente en lo concerniente a los cánones de la producción del conocimiento. En oposición a ello, Fals Borda postulaba la idea de una Ciencia Popular, que en gran medida respondía a mantener aquella sabiduría que brotaba del seno de las comunidades y que se ha forjado desde las tradiciones y costumbres a lo largo de años o siglos. Si bien es cierto que hay otros pensadores latinoamericanos que han hecho aportes más robustos al respecto de esta perspectiva epistemológica, Fals no se quedó atrás y también atendió a ese llamado de descolonizar la ciencia y el pensamiento.

Todo lo anterior sirve como antesala para desarrollar la idea de que Suacha es un territorio de múltiples contrariedades, de las más variadas divergencias y complejidades, pero hay algo que si es cierto y es que nuestra Suacha en los últimos años se ha construido desde la resistencia, esa que Fals Borda demostró con su pensamiento. En nuestro municipio, por fortuna, hay muchos procesos de corte político, social, cultural y ambiental que florecen en medio de las diferentes crisis, tal como lo anunciara Fals en su libro Ciencia y colonialismo intelectual. Son múltiples las expresiones de resistencia que han puesto a Suacha en el escenario nacional como un territorio cuyos habitantes luchan, quienes no se quedan impávidos ante las imposiciones despóticas de los gobernantes y politiqueros de turno, que alzan su voz ante las injusticias, pero ante todo que saben comprender las dificultades que son parte de la realidad municipal y buscan soluciones de transformación.

En Suacha, desde hace décadas se han venido construyendo escenarios de diálogo en donde sus integrantes discuten la realidad del territorio, pero ante todo proponen alternativas, aunando diversos esfuerzos. Cierto es que en el marco de estos encuentros de perspectivas, han habido rupturas, desengaños y uno que otro personaje que aprovechando la coyuntura, saca partido para obtener intereses personales, pero más allá de estas fallas, la bandera de la emancipación y la transformación social se ha mantenido enarbolada. Por todo esto, Suacha y quienes se han preocupado por ella trascienden de igual modo por mantener vivo el pensamiento Falsbordiano, porque así como este gigante pensador, han sabido persistir pese a las dificultades, procurando generar cambios en las comunidades a las que pertenecen. Entonces, en esa medida, cada vez más, florecen procesos con impronta decolonial en los que se tienen en cuenta aquellos saberes que verdaderamente se pueden catalogar desde ese elaborado concepto que Fals denominó como “socialismo raizal”, porque vienen desde la concepción comunitaria  del campesinado, del obrero, del indígena y de los pueblos negros, sectores históricamente subalternizados, pero que tienen fuerte presencia y voz en el territorio municipal.

Finalmente, Suacha es la de la resistencia, la del pensar alternativo, la que se construye en la periferia de la gran metrópoli bogotana, la que ha encarado las disrupciones de los ciclos de violencia e injusticia a punta de cultura, de procesos sociales y políticos. Suacha y muchos de los colectivos que surgen de manera voluntaria y con todo el sentido del compromiso social, siguen la senda que Fals Borda trazó con su ejemplo. Por todo ello, es fundamental pensar y reflexionar desde el horizonte de sentido Falsbordiano, y por supuesto, desde otros pensadores que están en el mismo campo discursivo de este sociólogo caribeño.

A modo de invitación, Café Geográfico quiere rendir homenaje a Fals Borda, por eso estamos planeando una agenda para desarrollar un ciclo de charlas cuya temática central se relacione con la obra del maestro. Así que quien quiera ser parte de este propósito, puede contactar a alguno de los integrantes del grupo para poder integrarlo a la agenda.

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